Por Ing. Raúl Dellatorre, titular de AXLE.
El término “gas licuado de petróleo” (GLP) incluye todo material que este compuesto por cualquiera de los siguientes hidrocarburos o una mezcla de ellos: propano, propileno, butanos (butano normal o isobutano) y butilenos.
Es importante que las personas dedicadas a la operación con GLP conozcan las propiedades de estos gases y estén entrenadas en las prácticas de seguridad vigentes en cada uno de los establecimientos donde desempeñan su actividad.
Estos gases se licúan bajo presión moderada y al liberarse la presión pasan rápidamente al estado gaseoso.
La relación entre el volumen en estado líquido y en estado gaseoso de una misma cantidad de GLP está en el orden de 230 veces, dependiendo este valor de la composición del GLP. En este caso el valor de 230 veces lo da la NFPA 30 B, para el caso del isobutano, elegido en razón que cuenta con el límite inferior de explosividad más bajo 1,8%.
Es de señalar que todos los inflamables cuentan con un límite inferior de explosividad (LIE) y con un límite superior de explosividad (LSE), rango dentro del cual la mezcla combustible-aire es inflamable. Si la cantidad de gas en aire está por debajo o encima de estos valores, la mezcla no es explosiva.
El tener un alto porcentaje de gas en aire, superior al LSE, presenta el riesgo que de entrar aire al sistema dicho porcentaje baja entrando en el rango de explosividad. Por tal razón, debemos siempre mantenernos por debajo del LIE.
Las ventilaciones se diseñan para no superar el 10% del LIE. Las alarmas se activan al 20% y 40% del LIE. Para el caso de un aerosol que contiene 90 g de GLP (densidad =0,56 kg/l), de estallar por razones de estar expuesto a temperaturas superiores a 50°C, se liberan 160 ml de GLP en estado líquido que se transforman en 38.600 ml de GLP en estado vapor (160 mlx230).
Considerando un LIE de 1,8%, esto significa que el aerosol al estallar ha generado 2044l de mezcla explosiva (2 m3). Este fenómeno puede darse en un baño de prueba o bien en el interior de un automóvil con el aerosol expuesto al sol. Por tal razón en las plantas que operan con GLP debe eliminarse toda posibilidad de fuga de gas, fundamentalmente en estado líquido.
Es de señalar también que el GLP en estado de vapor tiene una densidad superior a la del aire, por lo que avanza por canaletas o pendientes pudiendo producir explosiones a distancias significativas del punto de fuga (Ej.200 m).