Fiesta 50 años de Aerolom
Fiesta 50 años de Aerolom

Por Facundo de la Fuente

Coordinador Institucional de UADA – periodista – Lic. en Ciencia Política.

.

“Yo disfruto más de los preparativos que de la fiesta en sí. Ese día pasa rápido”, repetía José Luis Zito a quien lo escuchara en medio de las intensas semanas que le tomó organizar personalmente la celebración de los 50 años de Aerolom, la empresa que fundó en 1969 en el garage de su abuelo. Al final de la noche, el anticipo de Zito quedó desmentido por su propia obra: el evento no tuvo un paso fugaz, sino que dejó imborrables recuerdos y múltiples repercusiones en todos los que tuvieron el privilegio de formar parte de esta historia.

El Palacio Alsina recibió a más de 500 personas. Entremezclados en el primer y segundo piso del salón, conversaban clientes, proveedores, autoridades de cámaras regionales, nacionales e internacionales y los trabajadores de la empresa. Al fondo, frente al escenario iluminado, esperaban el comienzo de la fiesta amigos y familiares de Zito.

En medio de los animosos diálogos, se destacó una voz extraordinaria pero familiar. Guadalupe, la nieta cantante del fundador, dio inicio a la fiesta de la empresa de su abuelo. La noche de Aerolom se había iluminado.

Zito subió al escenario acompañado de la conductora Teté Coustarot. Fiel a su sentido del humor, aprovechó la ocasión para saludar a los invitados al estilo de Roberto Giordano: “¡Qué cheno, Teté!”. El discurso inaugural recorrió la historia de la empresa una forma muy particular. Un video institucional mostró como la compañía fue creciendo en estos 50 años a pesar de las innumerables crisis económicas argentinas expresadas a través de frases tristemente célebres de algunos ministros de Economía.

Después de la introducción, empezó el stand up de Zito. Junto a Teté y (nombre del otro conductor), recorrió todo el lugar, micrófono en mano, saludando uno por uno a cada grupo de invitados. El momento más emotivo llegó cuando el dueño de la empresa se encontró con su personal y tuvo la oportunidad de reconocer y destacar su trabajo cotidiano. “Yo no soy nada sin ellos y ellos no son nada sin mí”, definió Zito entre risas. La caminata concluyó nuevamente en el escenario, donde Zito divirtió con algunas anécdotas que recordaron otros tiempos de la empresa y de la historia argentina. Muchos de esos relatos quedaron reflejados en un libro autobiográfico que Zito escribió para la ocasión. Se editaron (por ahora) tres ejemplares que fueron entregados a su familia más cercana en otro instante para el recuerdo.

El festejo de los 50 años de Aerolom, como sucede en toda fiesta, también dejó regalos. Las cámaras y empresas presentes entregaron sus placas, recibidas en nombre de toda la empresa por su titular. Entre todas, hubo dos que merecieron una mención especial. Por un lado, el reconocimiento otorgado por los trabajadores de la fábrica, que además hicieron un mural con una imagen de Zito haciendo uso del producto que lo catapultó a la fama: el Rey Momo. Por otro, Gabriela Mazzeo y Enrique Torres, presidenta y vicepresidente de la Unión Argentina de Aerosolistas (UADA), entregaron una placa que destacaba el compromiso con la Industria Argentina y la valorización del empresario nacional.

Con tanta emoción acumulada, ya parecía suficiente. Pero no. Faltaba el broche de oro. El escenario se iluminó una vez más para recibir a una de las más populares cantantes argentinas, La Sole. La sorpresa fue mayúscula y la alegría inmediata. Todos disfrutaron y bailaron al ritmo de las canciones, y hasta hicieron el mítico revoleo de poncho que caracteriza a la artista santafesina.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *