Juan de Dios Rodríguez (comienzos)
Juan de Dios Rodríguez (comienzos)

Juan de Dios Rodríguez festejó sus ochenta años recién cumplidos. Una celebración que contó con la presencia de su familia, de sus amigos y de importantes figuras nacionales. Un evento regado de buen champagne y buen vino, excelente catering, una ambientación de jerarquía y buena música.

Juan de Dios logró reunir parte de su sabrosa historia empresarial que no empieza en el mercado del Aerosol como la mayoría cree. Su primera incursión no fue Envases del Plata. Juan de Dios fue un excelente piloto de tormenta en empresas en crisis pasando por la industria del vidrio, el plástico, la hojalata y el aluminio.

Sus comienzos, previo a las empresas, fueron vendiendo hojalata importada de Estados Unidos, Francia y Japón con la que luego se hacían envases de pintura, de conservas, rayadores y máquinas de fly.

EL AEROSÓLOGO NEWS: Muchos creen que su primer contacto con los aerosoles fue en Envases del Plata. Pero como nosotros lo conocemos sabemos que no es así ¿Cómo fue que compró Pheridon?

JUAN DE DIOS RODRÍGUEZ: Pheridon era cliente mío. Yo les vendía hojalata. Eran dos socios, uno italiano y el otro un español que se llamaba Pedro Rodríguez. De este último me acuerdo porque vino después a trabajar conmigo.

EAN: Atrás de la cancha de San Lorenzo…

JDR: Exactamente. De la vieja cancha. Era un galpón chiquito. En esa época también estaba FormaMetal, que había empezado antes, y Centenera. Eso fue entre el 1972 y 1975. En ese momento no estaba SIDERAR. Esa empresa surge porque el fundador del Grupo Techint, Agustín Rocca, un italiano brillante, empezó en Ensenada a hacer chapa. Después compraron lo que era SOMISA y finalmente SIDERAR.

EAN: Luego compró Emery, porque cuando compró Pheridon te incluyeron esa firma en el paquete ¿Después de eso entró en el aluminio?

JDR: El aluminio fue mucho después, Primero entré con la hojalata y después compré otra empresa grande que era Lital, que estaba en Avellaneda. Antes había comprado una fábrica de envases de galletitas que estaba en Suipacha. Esa era una empresa chiquita pero muy rendidora.

EAN: Después, en la década de 1990, compra Deadoro también cerca de la cancha de San Lorenzo, pero de la nueva…

JDR: Deadoro la compré estando mal, muy mal. Había una olla popular. Se le habían caído las ventas, tenía problemas financieros y los socios que estaban antes se llevaban mal. Entonces nosotros nos hicimos cargo de esa empresa.

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EAN: ¿Cómo fue la producción de tejos propios?

JDR: Desde el inicio ya teníamos tejos propios. Cuando compramos Deadoro, la empresa tenía una promoción industrial en San Luis y ahí se fabricaban los tejos para la planta de esa provincia y la de Pompeya. Tenía dos o tres líneas de pomos que se los vendíamos a ODOL que tenía una planta de llenado frente a la nuestra.

EAN: Y cuando compró Deadoro y ya se había estabilizado aparece C y K…

JDR: En realidad, fue así. C y K se la habían ofrecido a Delfín. Y él no se si no consiguió el dinero o que. Yo fui a ver a uno de los ejecutivos de ALUAR y le pregunté por qué no me habían ofrecido participación a mí y me dijo que había una oferta pero que yo estaba segundo. Después Delfín no concretó el negocio. Después me explicó el porqué: quería empezar algo de cero y no con todos los problemas que tenía esa fábrica. Problemas de dirección, principalmente. La empresa era K y C, de Kaiser y CAMEA. Hicieron un paquete entre los dos. Kaiser lo aportaba ALUAR y CAMEA unos canadienses. Ahí tuvimos que mudar lo que estaba en el edificio de Lugano a la planta que estaba a la vuelta de donde vivía el sindicalista Lorenzo de Miguel.

EAN: Juan de Dios no es solo un empresario inversor, sino que es un empresario laburante. No es de escritorio Cuando usted agarra C y K, hoy Envases del Plata, ¿también estaban mal ellos?

JDR: Estaban mal pero no económicamente porque nos la entregaron sin ningún pasivo. Yo la compré libre de todo. Lo que pasaba era que la producción era muy mala. Horrible. Era un problema muy serio desde el punto de vista industrial. No había patrón. Durante dos años nosotros estuvimos solos en el mercado. No había otro fabricante de envases de aerosoles hasta que arrancó Exal (que pertenecía a Delfín).

EAN: Cuando Juan de Dios empieza con Envases del Plata el ya venía con un equipo armado que venía de Deadoro. Cuando hablo del equipo de confianza me refiero a los dos hijos, Daniel y Juancho. Por eso, el mérito de Juan de Dios no es sólo haber hecho la empresa, sino que los hijos siguieran la misma línea.

JDR: No me cabe le menor duda de que hoy me pueden superar. Son brillantes.

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