Un logro histórico que llegó con el aporte de todos
Un logro histórico que llegó con el aporte de todos

Como presidente de UADA tengo la oportunidad de cerrar un ciclo de 17 años de trabajo con un logro trascendente para los aerosolistas: la Dirección Nacional de Gas Licuado de Petróleo (GLP), perteneciente a la Secretaría de Energía de la Nación, emitió una nota oficial en la que establece de manera precisa el alcance de la incumbencia de su control sobre nuestra actividad productiva.

Este éxito que hoy me toca a mi anunciar es el resultado de un arduo proceso que tuvo avances y retrocesos y que, sobre todo, contó con el aporte invaluable de múltiples referentes de esta Industria que desde los aspectos técnicos o políticos colaboraron en la obtención del resultado que hoy celebramos. De ellos y ellas me quiero acordar en esta nota.

En primer lugar, quiero destacar la tarea de los presidentes de UADA que me antecedieron: Gabriela Mazzeo y José Luis Zito. Ambos, con sus distintas improntas, fueron los responsables de pensar, en una primera instancia, en generar una normativa específica para las plantas de aerosoles y, en un segundo término, de ir puliendo y adaptando ese trabajo a los requerimientos de las distintas administraciones gubernamentales. El compromiso de seguir adelante con este tema fue una verdadera política de cámara que se mantuvo inalterable en las tres presidencias.

Asimismo, es menester remarcar la contribución de los expertos que durante estos años pusieron su atención en generar una propuesta que se fuera aceptada por los representantes estatales y al mismo tiempo contemplara las necesidades de las plantas de aerosoles. En esta lista aparecen importantes nombres como el de los ingenieros Raúl Dellatorre, Leonardo Eidelson y Jorge Eaton, y el de dos grandes conocedores de nuestro mercado, Fabián Soto y Enrique Torres.

También quiero sumar a este agradecimiento a mis colegas aerosolistas. Todas las empresas asociadas a UADA han puesto siempre a disposición sus opiniones, sus representantes técnicos y, sobre todo, su apoyo para lograr el objetivo. Como presidente este respaldo (para este y otros temas) sigue siendo el valor más importante.

Finalmente, no quiero olvidarme de una pata fundamental en todo esto: los inspectores de la Dirección de GLP que trabajaron intensamente junto a UADA en las distintas etapas de este proceso. Por eso, quiero distinguir, especialmente, a Daniel Vázquez, Alberto Osso y Felipe Russo, tres históricos que pusieron en juego toda su experiencia.

Como dije al principio, hoy se cierra un ciclo, pero este no es un final sino un nuevo comienzo. El vínculo estrecho con la Secretaría de Energía debe mantenerse y profundizarse; esa es la única clave para seguir festejando este tipo de logros.

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