Entrevista Oeyen-Hausemer
Entrevista Oeyen-Hausemer

PERIODISTA: Como empresario, ¿Cómo ve la actual situación económica y política, y cómo ve la futura?

PABLO OEYEN: La situación la veo promisoria en el mediano plazo, hasta tanto creo que seguiremos trabajando en un marco de incertidumbres y bruscos cambio de rumbo. A nivel político creo que es un cambio positivo, volver a un estado de derecho, volver a insertarnos en el mundo, y depurar las instituciones de empleados militantes, son decisiones básicas para poder empezar a planificar.

MARCELA HAUSEMER: Veo complicada la situación económica post devaluación, donde pasaron más de dos meses y no se terminan de acomodar los precios relativos y siguen en movimiento. Para el futuro mediato veo lo mismo, paritarias, alza en el tipo de cambio y nuevos aumentos con el agregado de algo de recesión y reducción de márgenes.

P: En sus primeros meses de gobierno, el presidente Mauiricio Macri ha tomado una serie de medidas que impactarán en el sector industrial, ¿Cuál cree que será el impacto de la flexibilización de las barreras para la importación sobre nuestro mercado?

PO: No creo que hagan falta medidas para-arancelarias, creo que se le debe exigir a los productos importados lo mismo que se les exige a los de fabricación nacional. Hemos visto productos de origen chino, con propelentes prohibidos en Argentina o que vienen llenos en un 50 por ciento, por ejemplo.  Sí se deben poner aranceles temporales para proteger algunas industrias, que de haber una apertura indiscriminada deberían cerrar. Esto les daría un plazo para adaptarse y debería haber créditos blandos para poder convertirse en más competitivos, y no depender eternamente de subsidios.

MH: Me parece que es lógico que el gobierno normalice la situación de las importaciones. La flexibilización nos permitirá tener un abastecimiento fluido y normal de químicos, materias activas y otros insumos que son de uso habitual en las industrias de nuestro mercado. Es muy probable que haya que proteger (no subsidiar) algunas industrias nacionales o economías regionales. Siempre hay una norma general y deben estudiarse posibles excepciones.

P: Tras la devaluación que se produjo al levantar el cepo al dólar, ¿Cómo cree que afectará esto sobre nuestras empresas y sobre la negociación salarial para el año que se inicia?

PO: Muchos productores ya habían adelantado en sus precios la devaluación, otros la trasladaron sin ponderar su real incidencia. Creo que se irá corrigiendo paulatinamente. Con respecto a la renegociación de los convenios, creo que se mezclan intereses políticos con los estrictamente salariales, lo cual será perjudicial para todos, consumidores, empleadores y empleados resultarán igualmente perjudicados en esta guerra. Los salarios debieran moverse con los costos internos y no con la cotización de la divisa americana, para ello es muy importante la puesta en marcha del INDEC como organismo confiable.

MH: Todos los precios relativos de las cosas, los servicios y de la mano de obra se han movido y me preocupa que se sigan en constante movimiento, porque esto nos afecta.

P: ¿Cómo evalúa las designaciones de funcionarios que hizo el nuevo gobierno en los organismos claves que regulan nuestra actividad?

PO: Carlos Chiale fue confirmado en su puesto, hace años que está en esa función; con respecto a Sergio Bergman no sé si tiene la formación necesaria para el área de medio ambiente, que es eminentemente técnica; Juan José Aranguren en energía es una buena designación, así como Abad en la AFIP y Gómez Centurión en Aduanas.

MH: Me parece lógico que un nuevo gobierno designe a funcionarios de confianza con su nuevo proyecto, pero no tengo la capacidad de evaluar esas designaciones, quizás más adelante podré o podremos evaluar sus gestiones.

P: ¿Qué diferencias observa en este inicio del nuevo gobierno con el período anterior para el sector empresario en general y para el mercado del aerosol en particular?

PO: El gobierno anterior intentaba fomentar el consumo interno, como todo lo que producimos tiene componentes importados, tuvo que instrumentar las DJAI para frenar importaciones, complicando la vida de todas las empresas y resultados ineficientes. El nuevo gobierno deberá fomentar exportaciones para recomponer reservas y mantener empleo de calidad. El mercado del aerosol en Argentina produce aproximadamente 1200 millones de aerosoles por año de los cuales el mercado interno consume apenas 500 millones. Los 700 millones son exportados mayoritariamente por multinacionales, las PYMES deberán prepararse para exportar parte de su producción. Tenemos la calidad y capacidad para hacerlo.

MH: Creo que este gobierno, con el levantamiento del cepo, la devaluación y la eliminación de los derechos de exportación, nos alineó internacionalmente. Para el mercado del aerosol, podremos volver a estar competitivos en las exportaciones.

P: ¿Cómo ve la política de precios en combustibles, en especial el gas propelente?

PO: El precio de la materia prima del propelente, que es el gas licuado de petróleo, es fijado por la secretaría de Energía, mensualmente, y se denomina “Índice de Paridad de Exportación”. Hasta el momento casi no se ha trasladado la devaluación a dicho índice, veremos qué política siguen. Con respecto a los combustibles líquidos aumentarán a partir de mañana 6 de enero, un 6 % y prometen no volver a modificarlo por 90 días. Esto es crítico tanto para las economías regionales como para los productores agrícolas, como para los proveedores de propelente que deben ir a buscar sus materias primas a 1200 km de distancia.

MH: Si bien entiendo que las materias primas aumentan para nuestros proveedores ya que tienen fijaciones de precios por tablas, me inquieta el constante aumento de precios de los sectores de hidrocarburos y gas.

P: ¿Cómo está hoy el mercado del aerosol en la región? ¿Cómo se posiciona Argentina frente a la delicada situación económica de Brasil?

PO: El mercado ha caído en toda la región. Yo estimo que en Argentina la pérdida será del orden del 5 por ciento y en Brasil, que es nuestro mayor comprador de aerosoles, un 20 por ciento. Esto nos obliga a buscar otros clientes, fuera de la zona natural de influencia, ya hay empresas exportando desodorantes personales a países del norte de África, o del este de Europa.

MH: Con excepción de las grandes multinacionales que tienen sus propias políticas entrelazadas con otros países, siento que los aerosolistas argentinos (PyMES) hemos perdido muchos mercados de la región en los últimos 5 años, por falta de competitividad en los precios y por ello veo difícil, aunque posible, la recuperación de mercados de exportación. Me parece que Brasil está muy lejos de ser un destino para las exportaciones argentinas de aerosoles, siempre hablando de PyMES exportadoras. Además, a los precios que a Brasil no le sirven, se le suma el tema de los impuestos a las importaciones.

P: Mucho se ha hablado de que la llegada de Macri al gobierno implicaría un retorno a las políticas de la década de 1990. Si tuviera que comparar el escenario actual con lo ocurrido en aquella década, ¿Qué debilidades y fortalezas encuentra para el mercado del aerosol?

PO: No creo que se quiera recrear los ´90, el escenario mundial y en particular en la Argentina ha cambiado. Por ejemplo, en el mercado del aerosol en 1992 se produjeron 146 millones de aerosoles. Hoy tenemos una capacidad instalada de producir componentes y envasar aerosoles de 1300 millones de unidades por año. Nos hemos convertido en el cuarto productor mundial detrás de los EEUU, Gran Bretaña, Alemania. Si considerásemos a China, seríamos el quinto productor, pero las cifras de China no son muy confiables. Hemos superado a países como Francia, Italia, Japón, España, etc; que en los ´90 nos superaban ampliamente. Nuestra mayor debilidad está en el tipo de cambio y en una estructura impositiva regresiva, que nos obstaculiza el acceso a los mercados internacionales. La mayoría de los países tienen devoluciones de impuestos para las exportaciones, aquí debíamos pagar retenciones. Se han quitado algunas, otras todavía siguen vigentes como para la soja y los propelentes entre otros. Nuestra mayor fortaleza es la capacidad instalada, el personal entrenado y la calidad de las materias primas.

MH: La década del 90 al 2000 la recuerdo como una época de una economía absolutamente recesiva, de mucha debilidad en la cadena comercial y de mucha apertura al exterior, pero no las veo comparables y prefiero mirar hacia adelante. Lo importante en estos años, fuera de un gobierno u otro de la Argentina, es que el mercado internacional está mucho más complicado que en la década del 90, así que esta situación actual es una debilidad para la década que vamos a cerrar en el 2020.

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