Por José Luis Zito
Conocí a Rubén en el año 1985 o 1986 cuando se desempeñaba como jefe de ventas de Válvulas Precision. Llegó a mi fábrica acompañado por el entonces gerente de ventas, el ingeniero Cardoso, con la misión de rescatarme como cliente. Hacía un tiempo que, por distintas circunstancias, había dejado de comprarles. Ese encuentro fue el inicio de una relación profesional que, con el tiempo, se transformó en una amistad entrañable de casi cuarenta años.
Compartimos las buenas y las malas. Lo acompañé en su etapa como presidente de la comisión de eventos de CADEA, tarea que desempeñó con pasión y dedicación. Allí tuve el privilegio de empezar a entablar una amistad que perduró por años. En esa función, organizamos varias de esas cenas multitudinarias que todos recordamos: sorteos de coches, computadoras y tantos otros regalos que daban marco a reuniones inolvidables. Más allá de aquella labor conjunta, compartimos juntos mucho tiempo en dicha institución. Tal era lo estrecho de su relación con la cámara que acostumbraba a llamarla con afecto como “la CADEA”. En 2014, dicha entidad tuvo el honor de tenerlo como presidente y, en cada cargo que ocupó, siempre la defendió con total compromiso.
Nuestra amistad se mantuvo sólida con el paso de los años. A fines de mayo, junto a nuestras respectivas esposas, Liliana y Carmen, compartimos un almuerzo en Nordelta que se extendió durante cinco horas entre charlas, cafés y anécdotas.
Rubén siempre se manifestaba como un ávido lector del Aerosólogo -solía reenviar varias de las notas publicadas- y ese encuentro no fue la excepción. Incluso, durante el almuerzo, se había mostrado de acuerdo con escribir algunos artículos para el newsletter, especialmente contando anécdotas. Recuerdo que la primera que tenía pensado comentar era una que le ocurrió en mi fábrica y que, al traerla a la memoria, le hizo reír sin parar. Seguramente en otro momento la contaré.
En aquella oportunidad, surgió la idea de reencontrarnos en Europa ya que nuestros viajes coincidían. Él viajaba los primeros días de junio para regresar el 10 de octubre. Finalmente, no pudo ser: Rubén viajó para visitar a sus hijos y nietos, repartiendo su tiempo entre sus hogares y algún recorrido por distintas ciudades y países. Por eso, la noticia de su partida repentina me sorprendió y me clavó un puñal en el corazón. Siempre estábamos en contacto permanente intercambiando mensajes, bromas y comentarios casi todos los días. En los últimos tiempos nuestras conversaciones eran sobre temas risueños, no sobre cuestiones profundas. Nuestra relación era tan estrecha que sabía todo el tiempo donde estaba y cuál era su itinerario. Quiero creer que se fue lleno de felicidad, intoxicado de tanto amor de sus hijos y nietos a los que visitaba anualmente y con quienes compartió días intensos y plenos.
Rubén fue, sin duda, un referente de nuestro sector. Llevaba la camiseta de Válvulas Precision grabada en la piel tanto como la del club de sus amores, Racing. Era, como solíamos decir, “el hombre que apagaba la luz”. Sentía la empresa como propia; era SU compañía. Por eso sufrió mucho cuando esta cambió de manos. Incluso, luego de jubilarse, continuó vinculado a Precision: seguía en contacto permanente con su personal más cercano y hasta llegó a expresar su agradecimiento hacia El Aerosólogo por la entrevista a Carlos Navarrete, el CEO de la empresa.
En su extensa trayectoria nunca lo escuché hablar de fábrica, planta o empresa. Siempre hacía referencia a “la compañía”, sea la propia o la de sus clientes.
Rubén fue un gran profesional de las relaciones públicas al punto de que tenía en cuenta los cumpleaños tanto de clientes como de su personal. Sin embargo, para mí lo más importante fue que era un gran amigo y un hombre de valores. Lo voy a extrañar mucho: sus anécdotas, sus comentarios siempre oportunos, su forma de estar presente. Me queda la satisfacción de haber compartido con él tantas experiencias y la tristeza de despedir a alguien que dejó una huella imborrable en lo personal y en lo profesional.

Cármen, Liliana, Rubén y yo. Fecha: 24 de mayo de 2025.