El primer año de Milei: una comparativa entre el diagnóstico inicial y el desarrollo actual
El primer año de Milei: una comparativa entre el diagnóstico inicial y el desarrollo actual

Por Facundo de la Fuente, Lic. en Ciencia Política

(Nota especialmente dedicada a nuestros lectores del exterior)

La edición 250/90 del Aerosólogo tuvo un carácter especial para aquellos interesados en el devenir político y económico de Argentina. En la nota editorial de aquel número expresamos lo que creíamos que podía suceder durante el primer año de Javier Milei como Presidente de la Nación.

Dos semanas después de su asunción, el 10 de diciembre de 2023, marcamos la sorpresa que había despertado la velocidad y lo radical de los cambios propuestos. Un año después, podemos observar que esta fue una de las características centrales de su mandato: una aceleración permanente que, hasta el momento, ha dejado en un estado de inmovilidad a la oposición política.

En aquella oportunidad, también advertimos que nuestro país atravesaba una tormenta, al estilo de un barco que navega el Cabo de Hornos, pero que si conseguía superar esa tempestad inicial podía abrirse un camino hacia la estabilidad. Efectivamente, esto también ocurrió: tras unos primeros seis meses fatídicos con números alarmantes, la inflación -el dato por el cual Milei propuso ser juzgado- experimentó una caída sustancial hasta llegar al 2,4 por ciento registrado en noviembre de 2024. Si bien esto sigue posicionando a la Argentina entre las inflaciones más altas del mundo, el último registro implica una reducción importante si se lo compara con el 12,8 por ciento de noviembre de 2023. El mismo sentido que la inflación recorrió también el riesgo país: de los 1906 puntos de diciembre de 2023, se llegó a los 630 actuales.

En el Aerosólogo 250/90, también publicamos una nota política que dejaba abiertos algunos interrogantes respecto del futuro cercano. En primer lugar, advertíamos sobre la posible conflictividad social que parecía empezar a gestarse en los primeros días de la administración Milei con un paro convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT) y con algunas movilizaciones de organizaciones sociales. Transcurridos los primeros 12 meses, podemos concluir que el Gobierno Nacional ha logrado controlar “la calle” sin mayores inconvenientes. A pesar de que las primeras medidas de Milei generaron un incremento en la desocupación y una disparada histórica en la medición de la pobreza, a caballo del rebote tras la recesión inicial y de la baja de la inflación, se fue moderando el primer número y haciendo retroceder el segundo hasta valores similares a los de fines de 2023. Además, el éxito en el control social puede explicarse a partir de dos medidas contundentes: un crecimiento exponencial de las asignaciones sociales para los sectores más desfavorecidos y un estricto protocolo policial para evitar los cortes sobre vías transitables.

En la mencionada nota política también pusimos el foco sobre la debilidad legislativa del Gobierno. Sin embargo, esto tampoco se corroboró en la práctica: a pesar de tener menos de 40 diputados y apenas 7 senadores, y no contar con gobernadores provinciales propios, Milei aprobó sin mayores problemas la Ley Bases, sostuvo la vigencia del Decreto 70/2023 y consiguió blindar los vetos al aumento a los jubilados y a las partidas destinadas al sostenimiento de las universidades públicas. Para conseguirlo, forjó una alianza estratégica con el PRO y sectores del radicalismo y el peronismo que completaron el apoyo necesario para pasar sus iniciativas por el Congreso.

Sobre este último punto, resulta interesante traer a la memoria una frase del reconocido politólogo Andrés Malamud expresada a comienzos del nuevo mandato presidencial: ante su debilidad legislativa, Milei tenía tres opciones: convertirse en un dictador, ser destituido o transformarse en el “presidente de la casta”. Finalmente, tras el primer año de gestión, podemos afirmar que el Presidente optó por la tercera opción. Como referimos, por un lado, consiguió con éxito una alianza parlamentaria con sectores de la política tradicional; por otro, en la conformación de su Gobierno, incorporó a personalidades de larga trayectoria política como Patricia Bullrich, Guillermo Francos y Daniel Scioli.

La breve descripción que aquí hicimos habla de un presidente que cierra su primer año de gestión con éxito en sus propios términos. Prueba de ello son sus buenos índices de popularidad que siguen firmen en niveles similares a los del inicio del mandato. Sin embargo, aun hay importantes deudas pendientes: la economía aún no ha logrado recuperar el ya bajo nivel de 2023 a pesar del impulso de los sectores primarios como el agropecuario, el minero y el petrolífero; en lo que respecta a la industria, la situación continúa siendo crítica y se incluye entre los sectores productivos más relegados por el plan económico de la Libertad Avanza.

En ese contexto, desde UADA deseamos que el 2025 sea un año en el que se consolide finalmente la baja de la inflación y la estabilidad macroeconómica pero que también suponga un retorno a la senda del crecimiento que aun permanece pendiente. Dentro de ese camino, confiamos en que la industria recuperará el lugar central que debe tener en una economía pujante que genere empleo genuino.

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