Sebastián Giráldez, el nuevo presidente de UADA, es un aerosolista desde la cuna. Es hijo de uno de los pioneros de esta industria, Darío Giráldez, quien en 1983 tomó posesión de la empresa CLAER a pocos años de su fundación. Desde ese momento, CLAER se constituyó como una empresa familiar de capitales nacionales que se dedica, especialmente, al llenado de aerosoles para terceros, aunque tiene algunas marcas propias como el gas para encendedores CLAER y el lubricante multiuso TRINECHI.
Desde muy temprana edad, y ya con el título de Licenciado en Recursos Humanos de la Universidad de Buenos Aires (UBA), se incorporó a la empresa. Su padre necesitaba alguien de extrema confianza para encargarse de las cobranzas a los clientes y su hijo fue la persona indicada. Aquel inicio lo comprometió para siempre con CLAER. Hoy, más de 10 años de sus primeros pasos, es uno de los directores de la compañía. Sin embargo, su rol decisor no le impide definirse como un verdadero “hombre de planta”. Como suele ocurrir con las empresas familiares, Sebastián se involucra activamente en el funcionamiento cotidiano de CLAER: se encarga de las compras de insumos, la confección de órdenes producción y el control de stock de las materias primas, entre otras actividades.
Su experiencia en la empresa le dejó un motivo de orgullo que no duda en destacar: le ofreció la oportunidad de continuar con el legado de su padre y le abrió las puertas a la a su crecimiento como profesional y como persona. Asimismo, reconoce como otro activo invalorable la posibilidad de trabajar con su padre y, por lo tanto, mantener un contacto frecuente con él.
Además de su rol en CLAER, Sebastián Giráldez también es un dirigente gremial empresario de la primera hora. Hace ocho años se incorporó a UADA de la mano de su padre quien era miembro de la Comisión Directiva de la institución. Poco después asumió como tesorero, tarea que desarrolló ininterrumpidamente hasta su asunción presidencial.
Su trabajo al frente de la tesorería de UADA le otorgó un lugar privilegiado desde el que pudo mantener un contacto directo y permanente con los asociados, tejiendo relaciones y estrechando vínculos. Sin embargo, desde sus inicios su vocación dirigencial no se limitó a los números: participó activamente de reuniones con funcionarios gubernamentales y con representantes de cámaras afines, se integró a las entidades nacionales y regionales en las que cuenta nuestra institución y formó parte de la organización de los eventos solidarios llevados a cabo en los últimos años.
Durante el último tramo de la presidencia de Gabriela Mazzeo, aprovechando el impulso a la participación de los jóvenes en nuestra entidad, Sebastián se convirtió en uno de los representantes juveniles de UADA en la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires (FEBA) y encabezó la Reunión de Continuadores, un encuentro de familiares con proyección de seguir las empresas en las que actúan en la actualidad.