El pasado 15 de febrero se fue un enamorado de los aerosoles. Falleció Ricardo “el Gallego” De Luis, un hombre noble, de perfil bajo, un gran empresario y un histórico pionero de la Industria del Aerosol, cofundador y alma máter de una de las empresas más respetadas de nuestro mercado, Aerojet.
De Luis murió tan solo tres días después de cumplir 100 años. Con más de 90, recorría habitualmente en su auto los 35 kilómetros quelo separaban su domicilio de su fábrica, incluso atravesando zonas poco recomendables para transitar. Esa pasión por los aerosoles le permitió ganarse un lugar de respeto y admiración dentro del mundo aerosolista.Fue tan así su personalidad que hasta se llevaba los aerosoles de vacaciones a Villa Gessell y se los hacía probar a los vecinos de la carpa que siempre alquilaba en el balneario, la número 48, la cual compartía con su esposa Nela y su hijo Fernando.
En 1967 fundó Aerojet junto a sus socios Juan Selvatici, Ernesto Sisro y Salvador Ciccodemarco. Siempre supo rodearse de personas de gran calidad y conocimiento, y esa no fue la excepción. Sin embargo, su familiaridad con los aerosoles empezó bastante antes, en la década de 1950. En ese entonces, era dueño de una tabaquería llamada “El Estanco”, ubicada en una galería de la avenida Santa Fe, entre Libertad y Cerrito.
Fue, además, vendedor de encendedores Dunhill, Ronson, Dupont y otras marcas de primer nivel. En aquella época, el gas de encendedores era importado. Para 1963, De Luis lanzó su propia marca: Butano 63, que se convirtió en el primero fabricado en el país. Cuando no tenía su planta propia, solía proveerse de gas butano sin odorizar en garrafas de 15 kilos y solicitarle a alguien que tuviera máquinas que fabrique, incluso en condiciones precarias.
También fue importador de válvulas, entre ellas y con mayor fuerza, de Válvulas Precision. Tal es así que, cuando Precision se instaló en Argentina, le ofrecieron la gerencia general de la compañía, aunque no aceptó.
En su paso por el gremialismo empresario, “El Gallego” De Luis también fue uno de los cofundadores de UADA. Por eso, todos los que integramos esta institución lo recordaremos con especial cariño y respeto. De esta manera, queremos aprovechar estas líneas de homenaje para expresar nuestro pesar a toda la familia de Aerojet y, en especial, a su hijo Fernando.
Cuando los artistas fallecen se suele decir que “se fueron de gira”. Por eso, sabemos que, esté donde esté, este artista del aerosol estará, tan apasionado como siempre, seguirá mostrando las cualidades de sus aerosoles a sus vecinos como lo hacía en sus vacaciones de Villa Gesell.