Nieve de Carnaval (Aerosólogo 188)
Nieve de Carnaval (Aerosólogo 188)

En toda celebración siempre hay una invitada ineludible: la nieve de carnaval. Su presencia simboliza alegría, fiesta y diversión. Por eso, sin lugar a duda, es uno de los productos en aerosol más queridos por los niños. Ganarse ese cariño popular no fue fácil. La nieve debió recorrer una historia de 48 años para conseguir el preciado lugar que hoy ocupa en los corazones. Esta historia tiene varios protagonistas importantes; de algunos ya hablamos en ediciones anterior, y de otros hablaremos más adelante.

En el Aerosólogo 185/25, cuando contamos una primera parte de este recorrido, recibimos una grata respuesta del Ing. Máximo Kusselewski con un comentario que enriqueció sumamente lo relatado en aquel momento. En el artículo nombrado, se mencionaba, como origen de la nieve en aerosol, que los técnicos de Ducilo, en la década de 1970, estaban haciendo un desarrollo y observaron que un limpiahornos con un exceso de gas provocaba una espuma similar a la nieve. Kusselewski, quien fue partícipe de ese hallazgo durante su paso por la empresa INS-HER, aclaró que no se trató de un limpiahornos sino de un lustramuebles al que, por error, se le habían reemplazado las proporciones de ceras (Carnauba y de Abejas) por propelente gas licuado de petróleo.

Kusselewski también contó que, en aquella oportunidad, estaba acompañado de Alejandro Morrone, de Ducilo. “Cuando entramos a la sala de elaboración, los operarios se estaban arrojando ese lustramuebles sin ceras y eso nos llamó la atención a ambos”, relató. Morrone, le pidió inmediatamente a Kusselewski la fórmula del “lustramuebles sin ceras” para usarlo en una fiesta que iba a realizar. Aproximadamente un año después, INS-HER salió al mercado con el nuevo producto bajo el nombre de “Nieve Loca”. Fue fabricado para un cliente, Castelao, que lo usó en el carnaval de Avenida de Mayo.

Otro de los protagonistas de la historia de la nieve en aerosol, Luis Fournasier, en el cual nos centraremos en futuros números, aportó el dato de que en ese momento de gestación del nuevo producto también estaba presente el Dr. Esteban Lakos, cuya participación tendrá también un lugar destacado en esta sección. Fournasier lo recordó como “una persona con un gran conocimiento” en la fabricación de aerosoles. Tanto es así que lo definió como “uno de los primeros aerosólogos y referentes de esta industria”.

Máximo Kusselewski es, en la actualidad, una persona ampliamente reconocida en toda América Latina y uno de los más grandes conocedores de desarrollo, formulación y seguridad en planta. Él y sus colegas inventaron de casualidad la nieve de carnaval. Hoy, muchos están agradecidos de esa “casualidad” que hizo posible que un producto argentino tenga difusión en todo el continente y en el mundo. Frente a esto, el Aerosólogo no deja de preguntarse cuántas de estos relatos de desarrollos novedosos, que surgieron de esta forma, aún permanecen incógnitos. Nuestro esfuerzo seguirá firme, entonces, en seguir sacando a la luz estas ricas historias.

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