Historia Spinoso
Historia Spinoso

Durante el homenaje por el 50° aniversario de Aerosoles HECSPI, Francisco Spinoso contó que sus comienzos fueron en 1954 junto a Tito y Jorge Hetch. No empezaron con una mano atrás y otra adelante, como se dice habitualmente, sino con seis manos atrás.

En aquel año, cuando inició la aventura, el capital de trabajo fue prestado por un pariente de Jorge Hetch, a quien en el mercado se lo conocía como El Colorado. Eran 2 mil pesos moneda nacional (unos 80 dólares). Así, comenzaron envasando shampoo y spray para cabello, ambos en recipientes de vidrio.

La industria insipiente utilizó, en esos primeros años, garrafas de 45 kg de gas butano-propano que entregaba la ESSO, hasta que estas fueron prohibidas. En ese momento, hace 50 años, decidieron fundar Aerosoles HECSPI.

Como todas las empresas de la época, las instalaciones eran precarias: techo y paredes de chapa, una envasadora manual neumática marca Cordoni[1], una crimpadora manual y una gasificadora a probeta marca GORA, y un compresor de los de antes con el tanque incorporado. Todas esas máquinas estaban ubicadas sobre una mesa de 3,20 metros de largo. Las instalaciones de gas propelente estaban compuestas por un tanque entregado en comodato por la ESSO de 1200 kg.

Francisco Spinoso también recordó que, en varias oportunidades, se cortaba la luz. Cuando esto sucedía y debía entregar aerosoles se forma urgente, iban a una gomería que estaba a dos cuadras de la fábrica con el compresor a cuestas y volvían con el tanque lleno de aire. Este camino lo recorrían ida y vuelta como mínimo ocho veces por día.

Entre tanta historia, Spinoso no se olvidó de su compañero y amigo de la secundaria, Jorge, con quien compartía las anécdotas y la problemática del emprendimiento, y siguió frecuentando todos los sábados hasta que, hace cinco años, se tuvo que hacer cargo del Vaticano bajo el nombre de Francisco. Tan estrecha es esta amistad que la hija de Spinoso y nuestro amigo y colega Rodolfo Senopoli tuvieron el honor de que Bergoglio los casara cuando era cardenal.

La anécdota que mejor refleja esta relación al contó el propio Spinoso durante el homenaje a HECSPI. Relató que, mientras realizaba un trámite, recibió un inesperado llamado telefónico. Del otro lado de la línea estaba el Papa Francisco, su amigo. Spinoso, entonces, le pidió a la chica que lo estaba atendiendo que lo espere un momento. “Me está llamando el Papa”, le dijo. Nadie de todos los que escucharon esa frase podía salir de la incredulidad.

En la actualidad, aquel que fue uno de los fundadores de HECSPI sigue visitando la planta y es consultado por sus dos jóvenes directores, Rodolfo Senopoli y Gustavo Hetch. Aporta sus amplios conocimientos sobre elaboración y fabricación de aerosoles de todo tipo. Sigue tan activo como hace más de 50 años cuando empezó su sueño que hoy es realidad.

  1. Spinoso recordó que Cordoni era un italiano muy trabajador que estaba instalado en la calle Chilavert en Villa Lugano.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *