Calentamiento Global: Más “actores” aparecen en escena
Ing. Leonardo Eidelson
Gases industriales, el hombre, las vacas. Es una lista aún incompleta de quienes generan gases de efecto invernadero, por lo que actuar solo sobre algunos de ellos no alcanza.
El metano, generado naturalmente por procesos microbianos anaeróbicos (en un medio muy pobre en oxígeno), se acumula y se aísla en forma de burbujas en las zonas sedimentarias, en la profundidad de lagos, lagunas, estanques, etc.
Recientemente, un equipo de científicos de la Universidad de Ginebra, Suiza, en colaboración con el Instituto Leibniz de Ecología de Agua Dulce y Pesca Interior de Berlín (IGB), ha hecho un descubrimiento que no solo es sorprendente sino preocupante. Se encontró que las larvas de la mosca Chaoborus (pequeño díptero existente en todo el planeta, excepto la Antártida) transportan ese metano producido en la zona sedimentaria de los espejos de agua dulce (en la profundidad de los mismos), liberándolo cerca de la superficie y motorizando así su ingreso a la atmósfera.
Estos insectos pasan la mayor parte de su vida (de uno a 2 años) en estado larvario bajo el agua, prolongando solo muy poco tiempo más su existencia ya en estado adulto, con la exclusiva función de reproducirse. El mecanismo de las larvas para protegerse de sus depredadores es permanecer de día escondidas en las profundidades de los espejos de agua dulce como lagos, lagunas, estanques, etc., (hasta 70 metros de profundidad) entre los sedimentos, subiendo de noche a la superficie para alimentarse. Las larvas de mosquitos son uno de sus alimentos.
Estas pupas, para poder ascender, lo hacen aumentando su volumen corporal para flotar. Para ello llenan unas vesículas o bolsas internas con gas metano que, como se mencionó, existe en abundancia en forma de burbujas entre los sedimentos. Este proceso, necesario para el insecto porque la presión del agua a profundidad le impide hacerlo de otro modo, permite fundamentalmente que ahorre hasta un 80% de energía en el ascenso, disminuyendo con esto su necesidad de alimento y ampliando su zona de acción.
Ciclo de absorción y desorción del metano de las larvas.
El investigador Mc Ginnis señaló que estas larvas tienen una población que oscila entre los 2.000 a 130.000 individuos por m2, dependiendo de la calidad del agua. Cuando más contaminada está el agua hay más nutrientes y mayor es la densidad de larvas.
Teniendo en cuenta que el 20% del total de las emisiones de metano se produce en agua dulce y que este gas tiene un efecto invernadero casi 30 veces mayor que el del dióxido de carbono podemos concluir el grave problema que potencia este insecto.
Este experto es claro en el hecho de que la mejora en la calidad del agua por el control de la agricultura y tratamiento de los residuos que son vertidos a los acuíferos puede revertir la situación, porque este insecto en su forma larvaria transporta contaminantes a la superficie en las partículas sedimentarias.
Es importante mencionar, para concluir, que esto debe ser abordado con cuidado para que su tratamiento no genere los frecuentes “daños colaterales”. Son muchas las veces en que medidas adoptadas para mejorar determinadas situaciones generan mayor impacto que el producido por lo que se quiere mejorar. Y es, sobre todo, muy repetido cuando se trata de resolver algo que afecta a la naturaleza, porque se trata como si aquello que lo causa estuviera aislado del entorno con el que interactúa SIEMPRE.
Bibliografía
Artículo Nº 44478 del Scientific Reports 7, Marzo 2.017
Porewater methane transport within the gas vesicles of diurnally migrating Chaoborus spp.: An energetic advantage